¿Cómo cambió Gucci con Alessandro Michele al mando?

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La transformación de Gucci bajo la visión de Alessandro Michele

El resurgimiento de Gucci en el siglo XXI está estrechamente vinculado al impacto revolucionario de Alessandro Michele. Desde que asumió el puesto de director creativo en enero de 2015, Michele aportó un vigor renovado a la renombrada casa italiana. Michele se consolidó como símbolo de audacia creativa, eclecticismo y aprecio por la herencia, transformando las colecciones y el enfoque cultural y comercial de Gucci.

La situación previa a Michele: desafíos y la urgencia de reinventarse

Antes de la llegada de Alessandro Michele, Gucci confrontaba un periodo de declive creativo y comercial. Tras el auge experimentado bajo Tom Ford, que impregnó la marca de sensualidad y glamour durante los años noventa, las siguientes directivas no consiguieron conectar con nuevas generaciones ni mantener la relevancia cultural de la firma. Las colecciones se percibían predecibles y monótonas, mientras que la competencia en el universo del lujo se intensificaba con el ascenso de marcas rivales, como Saint Laurent y Balenciaga.

La maison, propiedad del conglomerado Kering, buscaba urgentemente una visión que combinara innovación y autenticidad italiana. La elección de Alessandro Michele, hasta entonces responsable de accesorios y parte del equipo interno, fue sorprendente pero estratégica: apostaban por un giro radical guiado por una sensibilidad interna, profundamente enraizada en los valores históricos de Gucci.

Un imaginario de contrastes: maximalismo, romanticismo y androginia

Desde su debut con la colección otoño-invierno 2015, Michele dejó atrás el minimalismo y el exceso de sensualidad para adoptar un maximalismo que combinaba diferentes épocas, géneros y referencias culturales. Su visión se basaba en tres fundamentos: el romanticismo, la androginia y la nostalgia.

Las ideas de Michele presentaron una selección de colores vibrantes, patrones florales, bordados de animales y el regreso de elementos de archivo como el monograma GG y el emblemático diseño de serpiente o abeja. Los estilos resaltaron la atrevida combinación de telas y accesorios, estableciendo una identidad distintiva, teatral e intencionadamente alejada del minimalismo moderno.

La androginia se volvió sello distintivo: las pasarelas de Gucci bajo su dirección presentaban modelos cuya expresión de género desafiaba convenciones, con prendas intercambiables y siluetas fluidas. Esto repercutió internacionalmente, posicionando a Gucci como estandarte del movimiento genderless en la moda.

El enfoque romántico de Michele se expresó mediante el uso de encajes, telas ligeras y un estilo inspirado en el Renacimiento italiano, el movimiento hippie de la década de 1970, y componentes de la contracultura. Mediante estas combinaciones, Michele transformó cada desfile en un collage de referencias, exaltando la diversidad y el individualismo.

Reapropiación del archivo y resignificación de símbolos

Un mérito adicional en el trabajo de Michele fue la ingeniosa reutilización del archivo histórico de Gucci. En lugar de simplemente volver a lanzar modelos antiguos, renovó símbolos emblemáticos: el mocasín con flecos, la franja verde-rojo-verde, el estampado flora y la incorporación de logotipos reconocidos se incluyeron en situaciones sorprendentes, creando una conversación entre el pasado y el presente.

La cooperación con artistas y personalidades del ámbito cultural, como el muralista Ignasi Monreal para campañas en línea o la escritora Harmony Korine en proyectos de video, fortaleció la reinterpretación de los símbolos de Gucci y realzó la narrativa detrás de cada línea. Asociaciones como la colección GucciGhost o la inclusión de elementos de Dapper Dan ayudaron a fomentar un vínculo intergeneracional y multidisciplinario.

Innovación comercial: logomanía, estrategia digital y colecciones cápsula

Alessandro Michele demostró una visión aguda para captar las tendencias de consumo del siglo XXI. La logomanía experimentó un resurgir bajo su mando: desde camisetas hasta zapatillas, los elementos visuales de la marca se convirtieron en objetos de deseo global. Gucci se posicionó como referente del lujo accesible, especialmente entre públicos jóvenes, gracias a artículos “statement” fácilmente identificables en redes sociales.

La estrategia digital de la marca se redefinió por la presencia activa de Gucci en plataformas como Instagram y TikTok, así como por la producción de campañas virales que generaban conversación y anticipación. El desfile Gucci Fall/Winter 2021, transmitido digitalmente con estética de videojuego, o la campaña “#GucciGram” donde se invitaba a artistas digitales a reinterpretar los iconos de la maison, ejemplifican el enfoque innovador y participativo impulsado por Michele.

El lanzamiento regular de colecciones cápsula y colaboraciones limitadas, como la alianza con Adidas o Disney, consolidó el fenómeno “drop” tan característico del streetwear, intensificando la urgencia y deseo en torno a los productos Gucci.

Impacto cultural y social de la era Michele

Bajo el liderazgo de Alessandro Michele, Gucci trascendió la moda para convertirse en actor social relevante. Sus campañas a favor de la diversidad, la inclusión y el respeto por las minorías consolidaron la percepción de la marca como símbolo de apertura y libertad expresiva.

Ejemplos destacados abarcan la inclusión de modelos de varias edades, etnias y géneros en publicidades y desfiles, además del apoyo público a movimientos como el feminismo y los derechos LGBTIQ+. En 2017, la colección “Gucci Garden” se mostró en Florencia como un tributo al jardín botánico universal, incorporando alusiones a la diversidad cultural y natural, mientras que el estreno de la colección “Chime for Change” subrayó la unión entre la moda y el activismo por los derechos de las mujeres.

A nivel mediático, celebridades de la talla de Harry Styles, Billie Eilish, Jared Leto y Lana del Rey se asociaron íntimamente con su estética, posicionando a Gucci en la cúspide de la cultura pop y viralidad digital.

Resultados económicos y el éxito comercial

El enfoque innovador resultó en números sorprendentes para Kering. Desde 2015 hasta 2019, Gucci logró duplicar sus ventas a nivel mundial, situándose como una de las marcas de lujo que más creció, especialmente en los mercados asiáticos y entre los consumidores millennials y de la generación Z. El informe anual de Kering de 2018 indicó que Gucci constituía cerca del 40% de los ingresos totales del grupo.

Este éxito también propició la expansión en líneas de negocio como la decoración interior, la hostelería (con Gucci Osteria) y proyectos de sostenibilidad, articulando un universo de marca integral y experiencial.

El legado de Michele: ¿hacia dónde se dirige Gucci?

El retiro de Alessandro Michele en 2022 señaló el cierre de una etapa, aunque su impacto innovador sigue presente. El creativo dejó en claro que la combinación de un profundo respeto por la tradición con audacia y una visión moderna puede rejuvenecer hasta las casas de moda más antiguas. La discusión acerca del futuro de Gucci plantea dudas sobre si la tendencia maximalista se transformará en un nuevo rumbo o si el enfoque en la inclusividad, la experimentación y la reapropiación seguirá guiando su trayectoria.

Hoy, Gucci es símbolo de eclecticismo, libertad y modernidad dialogante. El caso de Alessandro Michele ilustra cómo la moda puede ser agente de cambio cultural, expandiendo fronteras más allá de la pasarela e inspirando a una generación que valora la autenticidad, la identidad diversa y la exploración emocional.

Por Camila Santos Hernandez