sábado, julio 27

Met Opera vuelve a recurrir a su dotación para hacer frente a la crisis climática

Pero el Met enfrenta serios desafíos. Montar una ópera en vivo es costoso y requiere decorados lujosos, cantantes famosos y una orquesta y un coro mucho más grandes de los que pueden presumir los espectáculos más importantes de Broadway. La inflación aumentó la carga de la compañía de ópera, con un fuerte aumento de los costos de envío y materiales. Y los ingresos por entradas de espectáculos en vivo y retransmisiones teatrales de la temporada pasada cayeron unos 25 millones de dólares en comparación con antes de la pandemia.

Además de aprovechar su dotación, el Met dijo que instituirá medidas para reducir costos y aumentar los ingresos recomendadas por Boston Consulting Group, que realizó un estudio de las operaciones de la compañía de forma gratuita.

El Met ya comenzó a ofrecer menos espectáculos: 194 esta temporada, frente a 215 la temporada pasada. En los próximos años planea cambiar la programación para que cada obra tenga un cronograma más reducido; actualmente podrán tener dos o tres tiradas cortas que podrán distribuirse en otoño, invierno y primavera. Esto permitirá a la compañía, que en ocasiones presenta hasta cuatro obras diferentes a lo largo de una semana, tener menos obras en rotación en un momento dado.

Y los planes exigen programar más de los títulos más populares del Met, como “La Bohème” de Puccini, los fines de semana, cuando tienden a generar ingresos sustancialmente mayores que obras menos familiares. Se espera que estos cambios, junto con otras medidas de reducción de costos y esfuerzos de marketing más específicos, generen ganancias para la empresa entre 25 y 40 millones de dólares al año.

Incluso antes de la pandemia, el Met, la organización de artes escénicas más grande de Estados Unidos, con un presupuesto anual de alrededor de 312 millones de dólares, enfrentaba cuestiones existenciales, ya que el viejo modelo en el que los abonados compraban entradas para muchas producciones fracasaba cada año.

La pandemia, que obligó a la empresa a cerrar durante más de un año y medio, agravó estos problemas. Muchos de los clientes del Met, que son mayores, han dejado de asistir a presentaciones en vivo y transmisiones de películas con tanta frecuencia, lo que ha dejado a la compañía en busca de nuevas audiencias.